Compra una mansión por 20.200 euros pensando que era una ganga y la devuelve: “no sabíamos en qué lío nos metíamos”

El precio de la vivienda está por las nubes, por lo que muchos optan por comprar casas antiguas para reformarlas y darles una segunda vida. Pero a veces, lo barato sale caro. Eso es justo lo que le ha ocurrido a una familia francesa para la que lo que parecía una oportunidad única, y acabó siendo una pesadilla de obras y trámites. Esta familia, tras comprar una antigua mansión ubicada en Treignac (en el centro de Francia), han decidido volverla a poner a la venta. El inmueble, lo compraron por 23.000 euros netos y ahora lo subastarán de nuevo este mes de mayo por 20.200 euros.

“Nos costó seis meses darnos cuenta”, reconoció Sandrine Cheype para el medio Franceinfo, teniente de alcalde de Treignac y responsable del sector inmobiliario, al confirmar que los anteriores propietarios habían renunciado a continuar con la rehabilitación de la vivienda.

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Una mansión barata, pero con grietas

Construida en 1902, la casa cuenta con impresionantes vistas del pueblo y un aire señorial innegable. Ahora bien, llevaba más de una década abandonada, sin que nadie la habitara desde 2011. Solo ha tenido tres propietarios en su historia, el último de ellos una pareja extranjera divorciada, hoy en paradero desconocido. Tras años de gestiones, el Ayuntamiento logró recuperar la propiedad, pero desde entonces ha tenido dificultades para darle salida.

Y sinceramente, no es para menos. La vivienda, de 304 metros cuadrados, presenta graves problemas estructurales. “La podredumbre seca lo ha invadido todo”, detalló Cheype. Según los presupuestos municipales, solo eliminar este hongo costaría 32.000 euros, mientras que la reparación del tejado (a cargo de un especialista en edificios históricos) se estima en 90.000 euros. En total, se calcula que la rehabilitación completa podría ascender a unos 400.000 euros.

De ser una ganga a una carga

Pese a su bajo precio, la familia que la compró terminó por desistir ante la envergadura del proyecto. “Se trata de una propiedad que no se suele vender en enero, así que decidimos esperar y relanzarla en marzo”, explica Cheype para este medio. Desde entonces, varias personas han visitado el inmueble, aunque por ahora ninguna ha mostrado interés alguno en comprar la vivienda.

El Ayuntamiento, que asumió una hipoteca pendiente de más de 20.000 euros, insiste en que la casa podría ser una buena inversión. “Si una familia no está interesada, ¿por qué no un inversor?”, planteó la teniente de alcalde. La estructura del edificio permitiría dividirlo fácilmente en tres apartamentos, una solución atractiva ante la escasez de viviendas de alquiler en Treignac.