Esta semana, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones obreras (CCOO) ha denunciado que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) acumula “severos déficits” desde hace mucho tiempo y que han provocado que haya miles de solicitudes pendientes de tramitar, debido a la falta de personal y de medios materiales.
En concreto, debido a “las incidencias causadas por una aplicación informática desastrosa” (llamada ALMA) y a la introducción el pasado 1 de abril del Complemento de Ayuda al Empleo (CAE), aseguran que hay más de 150.000 subsidios por desempleo pendientes de resolver. Una cifra a la que ha respondido hoy el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez, ante la pregunta de ‘NoticiasTrabajo’ en la rueda de prensa de los datos del paro, negando que exista tal número de solicitudes.
“En ningún caso nos consta que haya 150.000 solicitudes pendientes de tramitarse en el servicio público de empleo. Los datos que nosotros manejamos nos hablan que tenemos pendientes algo más de 7.000 solicitudes, creo que 7.900 para ser exactos”, ha declarado, señalando que “esas cifras” aportadas por CCOO “no parecen ni creíbles ni asumibles”.
Asimismo, ha destacado que el Servicio Público de Empleo, ya con el nuevo sistema y adaptado a los nuevos subsidios, ha reconocido más de medio millón de estas ayudas asistenciales. “Apenas nos quedan, insisto, 7.900 solicitudes por atender, lo cual es una cifra absolutamente natural, que está dentro de la gestión ordinaria”. En este sentido, ha recordado que el tiempo que tarda el SEPE en reconocer una prestación en el conjunto del Estado es de 2,6 días. “Por lo tanto, no sé de dónde vienen unas cifras tan abultadas, pero no se corresponden en absoluto con lo que nosotros tenemos”, ha recalcado.
“Cualquier actualización conlleva costes”
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha querido destacar la última reforma ejecutada en los subsidios para “mejorar, simplificar y garantizar una mayor protección en el ámbito del desempleo asistencial”, y que “establece todo un universo de prestaciones adaptadas a la realidad del mercado de trabajo con enormes innovaciones, entre ellas la posibilidad de compatibilizar eh trabajo y desempleo”.
Sobre esto, ha querido explicar que “un cambio de esta naturaleza requiere además de la adaptación de los programas informáticos del servicio público de empleo”, sobre lo que están “haciendo un esfuerzo considerable”, destinando una parte de los fondos europeos para modernizar los mecanismos de reconocimiento informático del SEPE, que databan de los años ochenta.
Al mismo tiempo, ha añadido que “cualquier actualización conlleva costes y una serie de sacrificios para la plantilla que estaba acostumbrada a utilizar una serie de interfaces y que ahora tiene que pasarse a otras distintas”, agradeciendo al personal de este organismo por “el gran esfuerzo” que está haciendo en esta adaptación tecnológica y, en general, en todos los cambios introducidos.
En último lugar, ha defendido que “hay que seguir apoyando al servicio público de empleo estatal, hay que seguir invirtiendo en su modernización tecnológica y hay que seguir formando y cuidando a una plantilla que normalmente siempre, en cualquier circunstancia, da lo mejor de sí misma”.