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Una mujer de 72 años se divorcia y descubre una deuda de miles de euros: "no puedo sobrevivir con mi pensión de 400 euros"

Chantal llegó a la edad de jubilación pensando que podría vivir tranquila y dedicarse a sus aficiones, pero su ex marido había dejado a su nombre una deuda de miles de euros.


Mujer en un hospital llorando
Mujer mayor llorando. |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

Una jubilada de 72 años, Chantal, se llevó una desagradable sorpresa cuando se separó de su marido. Al hacer el papeleo, encontró una deuda de 50.000 euros de la que no tenía ni idea. Y ahora, con su pensión de 400 euros de la Seguridad Social francesa, no tiene apenas para sobrevivir. Porque cobra más, pero tiene que pagar el alquiler, la luz, el agua y la comida. Aunque su principal miedo es terminar viviendo en la calle, de momento se apaña sumando producto a producto lo que va echando en el carrito de la compra del supermercado. 

Esto la ha llevado a vivir situaciones surrealistas en su día a día. Como explica en el periódico online Marianne. Por ejemplo, cuando está en la cola del supermercado y va a pagar, suma todo lo que lleva en el carro y si ve que no tiene bastante, debe devolverlo a los lineales. “Lo hago desde hace años, pero ahora tengo que tener más cuidado porque con una pensión de 400 euros debo hacer milagros para sobrevivir”. 

Realmente está cobrando una buena pensión que paga la Seguridad Social francesa pero debe pagar el alquiler de la casa y ahora la deuda. “Al final, apenas me quedan 400 o 500 euros para lo demás”. El dinero que se debe, como ha podido comprobar en el banco, es muy alto y tienen contratado un Plan de Liquidación de Deudas. “Todavía nos va a afectar en la vida cotidiana”, se lamenta Chantal.

Ha vendido su coche y viaja en autobús con un bono de 21 euros

La jubilada vive en Biarritz, donde ha empezado a usar el autobús a diario, dejando el coche de lado. Paga 21 euros por un bono transporte que, como ha explicado, “compensa”. No puede pagar el alto precio de la gasolina y para no llevarse sorpresa a fin de mes, ha dejado de pagar con la tarjeta de crédito. “Ahora saco dinero en efectivo”. Tiene que vigilar hasta el último céntimo. “A la semana, tengo 80 o 100 europa para comprar, sé que no es mucho, pero no me queda otra opción”.

No está sola, tiene una hija pero también está pasando por problemas económicos. “Ella está cobrando una ayuda mensual y nos apoyamos mutuamente, esto demuestra que en muchas ocasiones, cuando hay un problema afecta a toda la familia”.

La ayuda generacional es algo que se produce más frecuentemente de lo que puede parecer. El Banco de España ya señaló que el número de hogares con personas mayores de 65 años que ayudan a los más jóvenes, ha crecido en los últimos 10 años.

Paga 700 euros para amortizar una deuda heredada de su ex marido

Chantal tiene que pagar al mes 700 euros para liquidar una deuda que no reconoce como propia. Esto sigue determinando el saldo de su cuenta bancaria y su día a día. “El día 29 de cada mes, pasan este importe por el banco, y sólo entonces sé lo que me queda para vivir”.

“He aprendido a llevar la situación tranquila, con calma, de manera filosófica. Pero lo paso mal cuando llego a la caja del supermercado y no me cuadran las cuentas o cuando ayudo a mi hija a que compre carne”.

Este caso, que se ha hecho muy conocido en Francia, es una muestra más de lo que denuncian las organizaciones en defensa del consumidor. Estas avisan de que cada vez son más los mayores que en su momento, pidieron un préstamo y que ahora se ven ahogados por la deuda.

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