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Una jubilada deja una herencia de 500.000 euros a su cuidadora "espiritual", que la atendió solo unos meses, y su sobrino impugna el testamento

El tribunal decidirá si Elizabeth Jameson debe renunciar a la herencia de 500.000 euros que heredó de Hanna Schwitzy Lord, una cuidadora jubilada a la que acompañó espiritualmente en sus últimos meses de vida.


una anciana sentada
Una jubilada deja una herencia de 500.000 euros a su cuidadora "espiritual", que la atendió solo unos meses, y su sobrino impugna el testamento |Archivo
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

No es la primera vez que una persona mayor decide modificar su testamento en favor de alguien fuera del núcleo familiar, lo que con frecuencia desemboca en disputas judiciales. Este tipo de conflictos no son nuevos ni infrecuentes. Un ejemplo reciente es el de Hanna Schwitzy Lord, una profesora jubilada que, meses antes de fallecer, dejó en herencia 500.000 euros a Elizabeth Jameson, una cuidadora que la acompañó espiritualmente tras la muerte de su marido. Su sobrino, no conforme, ha decidido denunciar, alegando que su tía fue manipulada cuando ya se encontraba en una situación de vulnerabilidad.

Según recoge el medio CBN, Hanna Schwitzy Lord falleció dejando su herencia a Elizabeth Butler Jameson, una antigua cuidadora o “sacerdotisa espiritual” con la que entabló una estrecha relación tras la muerte de su esposo. Jameson, que había prestado apoyo espiritual al matrimonio, mantuvo una relación cercana con Hanna en sus últimos meses de vida.

Una herencia de dudosa legalidad

Según Ed Schwitzky, sobrino de la fallecida, “cada conversación empezó a girar en torno a Elizabeth”. A medida que pasaba el tiempo, Hanna fue haciéndole regalos personales, como auriculares, sesiones de masaje y billetes de avión y siete meses antes de morir, modificó su testamento y designó a Jameson como beneficiaria de casi 500.000 euros (unos 571.997 dólares).

Ed, quien hablaba a diario con su tía y actuaba como albacea de su herencia, asegura que nunca fue informado de este cambio. De hecho, tras descubrirlo, decidió interponer una denuncia antes la diócesis episcopal.

La denuncia derivó en una investigación y aunque la diócesis determinó que Jameson no debió aceptar los regalos, no tomó medidas disciplinarias por estar ya retirada de su ministerio debido a una lesión cerebral. A pesar de que el obispo le pidió que renunciara a ella, Jameson no firmó los documentos necesarios y que finalmente se negó a formalizar su renuncia, lo que le llevó a presentar una demanda civil. En la misma reclama más de 1,4 millones de dólares y los gastos legales asociados. Jameson, por su parte, niega las acusaciones y defiende que la demanda es “frívola y malintencionada”.

Mientras el caso sigue su curso judicial, la familia de Hanna busca que se reconozca la nulidad de la herencia a favor de Jameson. “Es desgarrador y emocionalmente agotador. Ojalá nadie más tenga que pasar por esto”, declaró Ed Schwitzky.

Aunque en España, la ley es diferente en este sentido, en Estado Unidos, puede ser considerado fraude si un cuidador recibe más de 20.000 dólares en donaciones o herencias en situaciones como estas. En tales casos, la ley obliga al beneficiario a demostrar que la transferencia fue legítima y no hubo coacción.

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