Una empleada de 60 años es despedida de Auchan por incapacidad tras más de 40 años y al día siguiente le dan una medalla: “Nunca pensé que terminaría así”

Muchas personas trabajan para una empresa con la idea de crecer, promocionar y, si es posible, jubilarse en ella. Pero a veces, esto no es posible y sufren un despido a las puertas de su jubilación. Esto es lo que le ha ocurrido a Yolande Descamps, una empleada de Auchan Roncq, en Francia, que, tras 40 años en la compañía, fue despedida por incapacidad laboral (similar a la incapacidad permanente en España). Lo más llamativo es que después de notificarle el despido, al día siguiente la llamaron para darle la medalla Grand Or, un reconocimiento a su larga trayectoria en la empresa. 

Yolande Descamps, subdirectora del departamento textil, había tenido que dejar de trabajar debido a una enfermedad profesional que le provocó la incapacidad para desarrollar su actividad laboral. Con el tiempo, intentó reincorporarse a la empresa en un puesto administrativo adaptado a sus limitaciones, con una jornada parcial de 10 a 12 horas semanales. Aun así, según su testimonio, Auchan no le ofreció ninguna opción viable dentro de la compañía. 

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“Me dieron una lista de puestos en Francia y Europa, pero ninguno era adecuado. Por ejemplo, me ofrecieron un puesto de pescadera en Bègles, completamente alejado de mis competencias y de mi estado de salud”, explica para el medio francés ‘Lavoixdunord’. Ante la falta de una reubicación, la empresa procedió a su despido alegando incapacidad laboral (en España, se ha avanzado en la legislación para limitar estos despidos). 

Denuncia un deterioro de las condiciones de trabajo 

Según este medio, el ambiente en Auchan había cambiado bastante en los últimos años, especialmente desde que la oficina central tomó el control de la gestión en su sector. “Antes elegíamos nuestros productos, la cantidad, sabíamos qué funcionaba en nuestra tienda. Ahora todo se decide desde arriba sin tener en cuenta la realidad de cada establecimiento”, manifiesta. 

El desgaste profesional y la falta de adaptación a sus limitaciones de salud hicieron que, en un momento determinado, Descamps sufriera un colapso que le impidió incluso entrar en la tienda. Durante un tiempo, le resultó imposible acercarse al supermercado sin sentir ansiedad. 

Tras su despido, la trabajadora ha decidido llevar su caso a los tribunales. Auchan, en su defensa, sostiene que cumplió con todos los plazos y procedimientos legales y que simplemente no había vacantes administrativas disponibles para reubicarla. 

A pesar del reconocimiento que recibió con su medalla por cuatro décadas de servicio, Descamps siente que su trayectoria en la empresa ha terminado de la peor manera posible. “Nunca pensé que acabaría así”, lamentó. Ahora, espera que la justicia determine si su despido fue justificado o si, por el contrario, Auchan podría haber hecho más para adaptarse a su situación.