Nissan va a despedir a 10.000 empleados en todo el mundo: los aranceles de Trump, el causante

Uno de los mayores fabricantes de vehículo a nivel mundial, Nissan, planea el despido de 10.000 empleados que va a involucrar a todas sus fábricas sin excepción, tal y como adelantó el medio NHK recientemente. Este nuevo anuncio se suma al ya emitido el mes de noviembre del pasado año, que comprendía a 9.000 empleados dentro de un plan de reestructuración de la compañía enfocado a reducir en un 20% aproximadamente la producción global.

Aunque la compañía no ha querido confirmarlo, la agencia EFE se ha hecho eco de estas informaciones, destacando que la difícil política arancelaria impuesta por Donald Trump ha podido ser el causante principal de que la situación de Nissan se agrave hasta el punto de tener que llegar a prescindir de hasta casi 20.000 empleados en total si se suman los dos últimos anuncios de despidos masivos. Esto supone nada más y nada menos que el 15% de su plantilla global.

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Problemas financieros derivados de los aranceles de Trump

Nissan atraviesa una profunda crisis financiera, agravada por la reciente política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump. En noviembre pasado, la compañía anunció el despido de 9.000 empleados y una reducción del 20% en su capacidad de producción global. Sin embargo, la situación se ha deteriorado aún más: Nissan prevé pérdidas netas de entre 700.000 y 750.000 millones de yenes (aproximadamente 4.250 a 4.560 millones de euros) para el ejercicio fiscal que concluyó el 31 de marzo, debido a los costos asociados a su plan de reestructuración y otros factores.

La imposición de un arancel del 25% a los automóviles importados por parte de la administración Trump, elevando el gravamen total al 27,5% para vehículos extranjeros, ha impactado significativamente a Nissan. La empresa, que exporta aproximadamente 320.000 vehículos anualmente desde México a Estados Unidos, enfrenta una presión considerable en sus márgenes de beneficio.

Como respuesta, Nissan ha suspendido temporalmente los pedidos en EE.UU. de dos modelos de su gama Infiniti fabricados en México y ha revertido su decisión de reducir turnos en su planta de Smyrna, Tennessee, para mantener la producción local y evitar los nuevos aranceles.

Además, la compañía ha anunciado el cese de producción en Argentina y la consolidación de la fabricación de camionetas en México a partir de 2026. También ha cancelado los planes de construir una nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos en Kitakyushu, Japón.

La incertidumbre generada por las políticas comerciales de EE.UU. ha llevado a Nissan a considerar la posibilidad de trasladar parte de su producción fuera de México. El CEO Makoto Uchida ha expresado que, de implementarse los aranceles propuestos, la compañía podría verse obligada a reubicar su producción para mantener la rentabilidad.

En resumen, la combinación de una estrategia de reestructuración costosa y las políticas arancelarias de EE.UU. ha colocado a Nissan en una posición financiera precaria, obligándola a tomar medidas drásticas para adaptarse a un entorno comercial cada vez más desafiante.