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Trabajo multa con 237.400 euros a un conocido concesionario por la enfermedad incurable de sus trabajadores

Los empleados afectados aseguran que trabajar en determinadas condiciones y el uso prolongado de la maquinaria de vibración les ha dejado importantes secuelas.


Médico en ambulancia
Una médico hablando con un paciente dentro de la ambulancia. |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

La Agencia Ejecutiva de Salud y Seguridad (HSE), organismo similar a una rama (la de prevención de riesgos) de la Inspección de Trabajo, ha multado con 200.000 libras (237.421 euros) al concesionario de automóviles Vertu Honda Truro (situado en la A 39 en Trispen, Reino Unido). El motivo es el diagnóstico de una enfermedad incurable llamada Síndrome de Vibración mano-brazo (HAVS) provocada por el uso prolongado de herramientas manuales potentes. 

Los empleados ya habían denunciado esta situación en otras ocasiones, como publica el medio Car Dealer Magazine, y afecta principalmente a los que trabajaban en el taller de carrocería. Ahora bien, el organismo sanitario ha explicado que la enfermedad se originó cuando el concesionario de coches era propiedad de Rowes Garage, que posteriormente lo traspasó a Honda en noviembre de 2023.

Fuentes consultadas por este diario online han asegurado que los trabajadores afirmaron sufrir trastornos dolorosos, que les incapacitaban ya que afectaban a los nervios, a la circulación de la sangre y a las articulaciones y músculos.

Las vibraciones continuas de la maquinaria ha terminado por ocasionar un problema que en muchos casos podría dificultar el desarrollo normal de sus funciones. Esta enfermedad no tiene cura (de momento) y el riesgo es que los dolores empeoren con el paso del tiempo.

“Llevo 8 años con síntomas y ahora he empeorado”

Uno de los trabajadores, entrevistados por la web especializada, ha declarado que “es complicado saber cuánto tiempo llevo con los síntomas, pero creo que más de ocho años. Los dedos se ponían blancos y se volvían insensibles, unos síntomas que empeoraban con el frío y la humedad”.

Por eso, ahora en tratamiento y su día a día se ha convertido en un auténtico reto: “me cuesta coger pequeños objetos”.

En la investigación realizada por HSE se concluye que el concesionario que en esos momentos estaba siendo operado por Rowes Garage no contaba con las medidas de gestión adecuadas para la evaluación y prevención de riesgos laborales.

Los trabajadores, que ya habían presentado los primeros informes denunciando los problemas de salud, no tuvieron respuesta alguna por parte de la empresa. “No se preocuparon de llevar a cabo cursos o formación para la prevención”, explican los afectados. 

El concesionario se declaró culpable ante la Justicia

Una vez presentada la denuncia, se declaró culpable al concesionario ante el Tribunal de Magistrados de Plymouth. Señalaron que habían vulnerado la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo y condenaron a la empresa a pagar 204.000 libras así como los gastos del proceso (8.100 libras).

Sobre la sentencia, la inspectora de HSE explicó que “Rowes Garage ha expuesto a sus trabajadores a riesgos derivados del uso de herramientas vibratorias durante un periodo de tiempo significativo”. La multa está provocada por el “incumplimiento” de los estándares de seguridad que ha dado como consecuencia a varios empleados afectados de HAVS, enfermedad que deriva en una incapacidad permanente.

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