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Ni Sitges ni Cadaqués: el pueblo de Barcelona que es una joya medieval con castillo, puente colgante y un salto de agua de más de 100 metros

Combina la belleza de su núcleo medieval con la espectacularidad de su entorno natural, siendo un destino imprescindible para escapadas este verano.


Imagen del pueblo medieval
Imagen del pueblo medieval |Canva
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:

El buen tiempo cada vez está más presente y, con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, muchos son lo que buscan algún lugar para hacer una escapada. La geografía española está plagada de lugares de ensueño y comunidades como Cataluña están salpicadas de pueblos que parecen salidos de un cuento. Sitios como Besalú, Cadaqués o Sitges son auténticos imanes para los viajeros. Entre estos destinos destacados, hay pequeñas localidades menos conocidas, pero que merece la pena visitar, una de ellas es Rupit i Pruit, una joya medieval aún por descubrir por muchos.

Se encuentra situado en la comarca de Osona en la provincia de Barcelona, cerca del límite con Girona, es uno de esos lugares que cautivan a sus visitantes nada más llegar, ya que ofrece a los viajeros una imagen del típico pueblo medieval con casas de piedra, balcones de madera adornados con flores y su entorno natural hacen que el tiempo parezca detenerse al caminar por sus calles.

Qué hacer en este pueblo medieval

Uno de los elementos más llamativos del municipio son sus calles empedradas, estrechas y empinadas, que conservan su trazado medieval, y pasear por ellas transporta al visitante siglos atrás. Cada uno de sus rincones ofrecen una pintoresca estampa con gracias a sus casas de piedra con siglos de historia, sus escaleras talladas en la roca y pequeños puentes que atraviesan arroyos cristalinos.

Además del agradable paseo por sus calles, Rupit i Pruit tiene varias paradas obligatorias, entre las que destacan la iglesia de San Miguel, del siglo XVII, y el castillo de Rupit, cuyos restos se alzan sobre un promontorio rocoso. Otro de los emblemas del municipio es su puente colgante de madera que cruza el río y que es un paso obligado para acceder el centro histórico.

Una imagen de Rupit i Pruit
Imagen de Rupit i Pruit | Foto: Canva 

También es imperdible el puente colgante de madera que cruza el río, uno de los emblemas del municipio y paso obligado para acceder al centro histórico. Además, varios miradores naturales ofrecen vistas espectaculares del paisaje.

Y para los que además de buscar una escapada a un lugar que transporta a otra época, quieren disfrutar de la naturaleza, muy cerca del núcleo urbano se encuentra uno de los tesoros naturales más famosos de la zona: el Salt de Sallent. Una cascada de más de 100 metros de altura, que cae en un entorno de gran belleza natural, rodeado de vegetación, senderos y paredes de roca. 

Después de la caminata nada mejor que reponer fuerzas disfrutando de la gastronomía de la gastronomía local, gracias a la que se podrán degustar platos típicos de la cocina tradicional catalana, como el “trinxat de la Cerdanya”, los embutidos artesanales, los canelones caseros y postres como la crema catalana. Todo ello acompañado por vinos y cavas de la región.

Cómo llegar a Rupit i Pruit

Llegar a Rupit i Pruit desde Barcelona es relativamente sencillo. El trayecto en coche de aproximadamente 1 hora y 45 minutos se debe realizar tomando la C-17 hacia Vic y luego la carretera C-153 en dirección a Santa Maria de Corcó.

Los que preferirán el transporte público puede ir en tren hasta Vic y desde allí en autobús hasta el pueblo, aunque el trayecto es más largo.

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